josé echeverri

La cantidad correcta de tensión: el arte de liderar con equilibrio

la cantidad correcta de tensión

Lograr resultados es tal vez una de las presiones más grandes a gestionar por los líderes y hay un elemento crucial en este objetivo: la tensión.

En términos simples, la tensión es la fuerza que impulsa el cambio, desafiando la comodidad y promoviendo el logro de los resultados. Sin embargo, como cualquier fuerza poderosa, la tensión debe ser manejada con cuidado y no debe excederse en aplicarla, de lo contrario, tendrá efectos adversos en el equipo y para el líder.

El dilema de la tensión.

La tensión es una herramienta para impulsar el progreso y puede manifestarse de diferentes formas: definiendo objetivos ambiciosos, estableciendo plazos exigentes, desafiando las normas establecidas y promoviendo el sentido de urgencia en el equipo.

Sin embargo, existe un dilema inherente en el uso de la tensión: si se aplica en exceso, puede generar una reacción negativa de rechazo, estrés innecesario o pérdida de foco. Por otro lado, si se aplica muy poco, puede llevar a la complacencia, la falta de motivación y la incapacidad por alcanzar los resultados deseados. La clave reside en encontrar el equilibrio adecuado: la cantidad justa de tensión que impulse el rendimiento, sin abrumar al equipo.

Al arte de liderar con equilibrio.

Liderar con equilibrio implica una comprensión profunda de las necesidades y capacidades de los miembros del equipo, así como el contexto en el que se desarrolla el trabajo.

En primer lugar, los líderes deben tener claridad sobre los objetivos que desean alcanzar, validar si son realistas, la importancia de esos objetivos para la compañía y definir las prioridades en que deben ser ejecutados. Esta claridad, les permitirá comunicar de manera efectiva el nivel de urgencia y el grado de importancia del trabajo a realizar, estableciendo así, el tono para la cantidad adecuada de tensión.

En segundo lugar, los líderes deben conocer a profundidad a su equipo: sus fortalezas, debilidades, motivaciones y niveles de tolerancia al estrés. De esta forma, podrán distribuir el trabajo acorde a las capacidades de cada miembro del equipo y así, adaptar su enfoque de liderazgo y la cantidad de tensión aplicada a cada persona para lograr la sinergia del equipo.

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¡Hablemos!

La importancia de la retroalimentación y la flexibilidad.

Mantener el equilibrio adecuado de tensión, exige la apertura de los líderes para recibir retroalimentación de manera constante y tener la suficiente flexibilidad para ajustar su estilo de liderazgo, según sea necesario. Si los integrantes del equipo expresan sentirse abrumados o perdidos por la cantidad de tensión aplicada, los líderes deben estar dispuestos a encontrar formas alternativas de motivación y desafío, de lo contrario pueden perder el compromiso del equipo para lograr el resultado esperado.

Los líderes deben ser capaces de adaptarse a los cambios del entorno empresarial y a las necesidades cambiantes de su equipo. Esto implica ser lo suficientemente flexibles para revisar los objetivos, recalibrar las expectativas, evaluar los recursos requeridos para lograr el resultado, redistribuir las responsabilidades o ajustar los plazos.

En resumen

Lograr resultados y liderar con éxito, implica encontrar el equilibrio adecuado entre la comodidad y la incomodidad, la estabilidad y el cambio, la seguridad y el riesgo. La cantidad correcta de tensión puede ser el catalizador que impulsa a un equipo hacia el éxito, pero solo si se aplica con cuidado y en la justa medida.

Los líderes que dominan el arte de aplicar la tensión correcta son capaces de inspirar a sus equipos, desafiarlos a alcanzar su máximo potencial y conducirlos hacia la consecución de resultados extraordinarios. En un mundo cada vez mas competitivo e incierto, esta habilidad se convierte en un diferenciador clave entre el éxito y el fracaso.

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