Los empleados de alto desempeño no se destacan solo por ser los más inteligentes o por contar con habilidades excepcionales.
Lo que realmente los distingue es su conexión profunda con el propósito de la empresa, lo que alimenta su nivel de compromiso.
Ese compromiso es lo que les permite dar siempre esa famosa “milla extra”, buscando constantemente soluciones a los desafíos y colaborando voluntariamente en proyectos que, en muchos casos, no son directamente de su responsabilidad.
Por esta razón, los líderes siempre buscan tenerlos en sus equipos. Y aunque esto se traduce en más responsabilidades y más visibilidad para estos colaboradores, también genera nuevas oportunidades de crecimiento dentro de la organización. Todo parece un círculo virtuoso: la empresa gana, el colaborador gana. Pero el problema llega cuando ese “extra” se convierte en una sobrecarga.
Cuando la excelencia se convierte en una trampa
La sobrecarga de trabajo suele ocurrir cuando los líderes trasladan las tareas de los empleados de bajo desempeño a los de alto desempeño. Aunque parezca contradictorio, esto sucede con más frecuencia de lo que imaginas.
Muchos líderes evitan tener conversaciones difíciles con los empleados de bajo rendimiento, o peor aún, postergan la decisión de terminar una relación laboral cuando ya es evidente que esa persona no tiene el compromiso necesario.
El riesgo es que, al no manejar estas situaciones con firmeza, se corre el riesgo de desmotivar a los colaboradores más comprometidos. Estos empleados pueden empezar a ver su dedicación como una desventaja: son los más sobrecargados, mientras que los de bajo rendimiento no asumen su parte.
Según un estudio realizado por Gallup, el 51% de los empleados con alto compromiso experimentan un nivel de estrés elevado debido a la sobrecarga de trabajo, lo que puede resultar en agotamiento y una mayor probabilidad de rotación. Por esta razón, es fundamental mantener un balance adecuado y no sobrecargar a aquellos que ya están dando lo mejor de sí.
¿Tu equipo está recibiendo el reconocimiento adecuado o estás premiando el bajo desempeño?
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Cómo evitar que la sobrecarga destruya a tus mejores empleados
Si realmente queremos fidelizar a estos empleados con altos niveles de compromiso y resultados sobresalientes, debemos ser consistentes en nuestras acciones como líderes. Algunas acciones prácticas para evitar que la sobrecarga sea un problema son:
- Define claramente los roles y responsabilidades de cada miembro del equipo. Aunque esto parece obvio, no todos lo tienen claro.
- Sé específico en tus expectativas y los resultados que esperas de cada rol. Tu equipo no sabe leer tu mente.
- Aprovecha cada contacto con tu equipo para reconocer el alto compromiso o desempeño, reforzando los comportamientos que deseas ver en cada persona.
- Establece espacios de retroalimentación individual y recurrente, para corregir cualquier bajo desempeño o falta de compromiso.
- Asegúrate de que cada miembro esté preparado y bien entrenado para ejercer su rol y lograr los resultados esperados.
- No traslades el trabajo de un miembro a otro. No se debe premiar el bajo desempeño y castigar a los más comprometidos.
Si estás viendo signos de desgaste en tus mejores empleados, es momento de actuar.
Hablemos sobre estrategias de liderazgo y gestión del talento para equilibrar la carga de trabajo sin perder productividad.
ConversemosNo conviertas el compromiso en un castigo
Las personas altamente comprometidas tienen una gran motivación por seguir aprendiendo y aportar al éxito de la compañía.
Sin embargo, si comienzan a notar que el bajo desempeño es premiado con menos trabajo y menor responsabilidad, su motivación disminuirá.
Esto no solo puede llevarlos a buscar otros lugares de trabajo donde se valoren más, sino que también socava la cultura organizacional en su conjunto.
Cuidar a tu equipo no solo implica distribuir la carga de trabajo de manera equitativa, sino también crear una cultura en la que el esfuerzo se reconozca sin convertirse en una carga adicional para los más comprometidos.