12 Jul 2025
José Echeverri

Los invisibles organizacionales: el talento que no miramos y que se marchita

Patient no shows for appointment

En muchas organizaciones, la escena parece repetirse: algunas personas brillan con luz propia, mientras otras apenas logran ser vistas. No porque carezcan de talento, sino porque no han sido iluminadas por el foco del sistema. A estas personas las llamamos los invisibles. No aparecen en las listas de sucesión, no son los protagonistas de los programas de liderazgo, y rara vez tienen acceso a las conversaciones donde se define el futuro.

Pero ¿qué pasó con su talento? ¿Se evaporó? No. Simplemente se secó en la sombra.

Un estudio global de Coqual reveló que el 45% de los empleados sienten que sus logros son ignorados por sus superiores. Y según Deloitte, más del 60% de las personas introvertidas sienten que sus estilos de comunicación son subvalorados en los espacios de decisión. No es casualidad: muchas veces confundimos visibilidad con valor, extroversión con liderazgo, y presencia con potencia.

Las empresas invierten, reconocen y promueven mayoritariamente a quienes están más cerca del poder. Quienes hablan con fluidez, quienes saben vender ideas, quienes ocupan cargos de alta exposición. Pero hay una realidad incómoda que debemos mirar de frente: cuando solo desarrollamos a los que ya están en el escenario, dejamos marchitar los jardines que están creciendo en el backstage.

¿Y quién pierde más con esto? Todos. Porque cada vez que una persona talentosa se siente invisible, se aleja un poco más. Y muchas veces, se va. Se va a otro lugar donde pueda florecer. O peor aún: se queda, pero desconectada, resignada, haciendo apenas lo justo. Es un costo silencioso, pero letal para cualquier cultura.

Como lo planteo en mi libro Liderazgo Imperfecto, “nuestro poder como líderes depende de la habilidad de despertar el potencial de las personas y ayudarlas a crecer”. Eso no ocurre solo con quienes están en primera fila. Ocurre cuando tenemos el coraje de mirar más allá de lo evidente.

Este no es solo un llamado a los jefes o a las áreas de talento humano. Es un llamado al sistema completo:

  • A las organizaciones: para que diseñen mecanismos que visibilicen el talento en todas sus formas, con métricas y mapas que revelen a quienes no se ven en la superficie.
  • A los líderes: para que desactiven sus sesgos y se entrenen en el arte de reconocer el potencial, incluso cuando no se ve a simple vista.
  • A cada persona: para que recuerde que ser protagonista de su carrera no significa esperar invitaciones, sino cultivar con acción su propio camino. Visibilidad también se construye desde adentro.

Si tú alguna vez fuiste invisible, sabes el poder de una mirada que te reconoce.
Hoy tú puedes ser esa mirada para alguien más.

🎯 ¿Cuántas veces has sentido que no te ven, aunque estás ahí, aportando, sosteniendo, creando?

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